sábado, 31 de diciembre de 2016

RESEÑA DEL LIBRO "IQBAL MASIH. LÁGRIMAS, SORPRESAS Y CORAJE", DE MIGUEL GRIOT.

Antes de exponer mi reseña, quiero agradecer al autor el ponerse en contacto conmigo y confiar en mí para esta tarea. A continuación, quiero aclarar que es la primera vez que escribo una reseña. He intentado busca información sobre cómo hacerla. Así que espero que no esté muy mal. Quede dicho de paso que me ha gustado mucho leer el libro y escribir esta humilde reseña. Gracias, Miguel Griot.

RESEÑA DE IQBAL MASIH. LÁGRIMAS, SORPRESAS Y CORAJE, DE MIGUEL GRIOT.

Iqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje es la primera novela de Miguel Griot (Miguel Ángel Alonso). Fue publicada en 2010 en la colección “El árbol de la lectura” de Oxford University Press. La que ha llegado a mis manos es la séptima reimpresión (2016), lo cual dice mucho sobre esta novela.
Este libro nos cuenta, de una manera distinta a la habitual, la biografía de Iqbal Masih, un niño pakistaní que luchó contra la esclavitud infantil y a favor de los derechos de los niños[1]. He de reconocer que no conocía a este niño. Y, si alguna vez oí hablar de él, tristemente lo olvidé. Pero también admito que, a partir de ahora, no voy a olvidar a esta persona.
Cada capítulo (o secuencia) es narrado por uno de los sesenta y un personajes; algunos de ellos aparecen varias veces debido a su relación con Iqbal o a su importancia en los hechos contados. Así, a través de esta ingente cantidad de personajes-narradores, conocemos la vida y la historia de Iqbal, un niño cuyos padres lo intercambian por dinero al dueño de un taller de alfombras, es decir, realizan un “paishgee” (a cambio del préstamo, el niño trabajará hasta doce horas diarias todos los días hasta cubrir ese préstamo… Si se cubre). Pero este niño no es como los demás. Este niño va a luchar por sus derechos como niño: derecho a no trabajar, derecho a ir a la escuela, derecho a no ser vendido… Pero, sobre todo, derecho a ser niño.
Estos personajes aportan su visión sobre Iqbal. Así, encontramos a su familia (INYIAT BIBI, su madre; SAIF MASH, su padre; sus hermanos: ASLAM y SOBYAS; sus primos FAYRAD y LIAKAT), sus amigos (GHULAM y KAVIR), sus compañeros de taller (TARIQ, VAVAR, FARIS…), las personas relacionadas con los talleres de alfombras (FATEH, HENRY WOOD…), los miembros, dirigentes, colaboradores, amigos, etc., de la ONG que le ayuda en la lucha con sus derechos, la BFLL (PERVEZ, ESHAN ULLAH KHAN, MUNNAWAR VIRK, AZAHARA, ULF, NADIA y KHALED…), personas a las que conoce por distintas razones en sus viajes (SATMIT, un policía; BRITTMARIE KLANG, cooperante internacional que quiere hacer un documental, y sus HIJOS; MAGNUS BERMAR, director de cine; SOR DANIELA BARONCHELLI, una misionera; JENNIFER MARGULIS, responsable de labores humanitarias de una multinacional; BIRIT, ama de casa sueca; BRENDA HUTTON, una mujer rica que escuchó un discurso de Iqbal; MOE, un conductor de limusinas; STEVE WILBER, un periodista de Estados Unidos, etc.), personas a las que la lucha de Iqbal cambió la vida (LAURA, un alumna de un colegio estadounidense; EL CAZADOR DE AUTÓGRAFOS, un niño de una escuela a punto de ser seleccionada para la visita de Iqbal que lo sigue hasta el aeropuerto; SORAYA y YOUSUF, un matrimonio visitado por Iqbal y al que convence de no aceptar un “paishgee” por su hijo; AL AFIFI, un empresario de alfombras que admite que Iqbal tiene razón en su lucha; BUBA, un niño pakistaní que, gracias a Iqbal, no trabaja y va a la escuela,…) y un larguísimo etcétera.
Cada personaje aporta algo de la historia de Iqbal desde su punto de vista y dando su opinión. Por ello, encontramos testimonios positivos y testimonios negativos sobre el niño. Entre los del segundo grupo, encontramos personas que piensan que todo lo exagera, como ABDULLAH RAMADAN; personas que no lo soportaban, como la AZAFATA DEL AVIÓN; personas que lo odian (los relacionados con los talleres de alfombras).
De entre todos, tanto los que alaban su persona y su trabajo como los que lo atacan, a mí me han llamado mucho la atención uno de cada “bando”: por un lado, X (aparece así en el libro), que está a favor de los que lo odian y se deja llevar por ellos, no piensa, solo actúa. (No puedo decir nada más de este personaje, simplemente que, aunque no tenga nombre, es clave en la historia de Iqbal). Por otro lado, MUDENA, esa niña que guía al lector en esta habitación llena de ventanas por las que nos asomamos a la vida de Iqbal; esa niña que, sin utilizar muchas palabras, nos dice mucho; una niña de la que sin verla conocemos su mirada.
Estos personajes son narradores de esta historia. Creo que es la primera vez que leo una novela contada por tantos narradores. Había leído alguna con dos o tres pero contaban el mismo hecho. Sin embargo, este estilo de, permítanme el tecnicismo, “multinarrador” me parece una labor complicada por parte del autor, así como un manejo extraordinario de sus personajes, muchos de ellos reales, lo cual dificulta aún más este magnífico trabajo. No es nada fácil adaptar el estilo del relato a cada uno de esos sesenta y un personajes, y Miguel Griot lo ha conseguido magistralmente.
Todo esto hace que su prosa sea ágil y sencilla; digo “sencilla”, no “simple”, porque no lo es. Es un estilo muy cuidado que facilita al lector el introducirse en la historia y seguirla sin ningún tipo de problemas. De hecho, llegas a creer que puedes ser uno de ellos y contar también tus impresiones sobre Iqbal.
Otro aspecto que me ha llamado la atención es el espacio. Yo insisto mucho a mis alumnos de los cinco elementos de una narración (narrador, hechos, personajes, tiempo y espacio), por eso me fijo mucho en ellos (o viceversa). Por una parte, en esta historia es necesario visualizar mentalmente un mapa del mundo para ver dónde se encuentra Iqbal en ese momento y seguirle la pista, puesto que aparecen lugares muy lejanos entre sí. No obstante, por otra parte, hay muchos “capítulos” en los que no se aporta ninguna información sobre el espacio pero, gracias a los narradores de dichos capítulos, sabemos dónde estamos y cómo es el lugar.
Respecto al tiempo, pocas fechas concretas se mencionan, pero no son necesarias. Personalmente, creo que Iqbal representa a todos esos “Iqbales” que hay, ha habido y habrá luchando por los niños. Es él quien pone cara (o espalda, puesto que en la portada aparece un niño de espaldas) a todos los niños explotados, pero también a todos los niños que, gracias a Iqbal y a personas como él, pueden ir a la escuela. Por eso, el relato de BUBA es realmente enternecedor.
Todo esto (sus múltiples narradores-personajes, los hechos –unos estremecedores y otros divertidos- que cuenta, el tiempo, el espacio, el estilo…) hace que esta sea una novela maravillosa.
Iqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje es un libro que recomendaría a personas de cualquier edad, condición, creencia… Por mi parte, ya he “lanzado la caña” a mis alumnos adolescentes… y a algún adulto. Creo que es primordial que conozcamos la realidad que vivimos para que se nos mueva el corazón y así conseguir dos objetivos: uno, darnos cuenta de lo afortunados que somos; y dos, hacer algo para que quien no lo es pueda serlo. Y, de paso, disfrutamos de su lectura.
Gracias, Miguel Griot, por este libro extraordinario.





[1] Si quieres saber más sobre este niño, aquí tienes un enlace a Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Iqbal_Masih

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