martes, 31 de mayo de 2016

COMENTARIO DE TEXTO: "DIOS DEL MIEDO" (EXAMEN TIPO PAU) - CON SOLUCIONES

Dios del Miedo





5




10




15



De las últimas voluntades de Voltaire, sabemos que quiso morir como activista en el partido de la risa. Es el que más odian los fanáticos porque también es el más liberador. Y el que mejor resiste. En los espacios de prohibición, en la triste arquitectura totalitaria, el partido de la risa supo adoptar la inteligente estrategia del subrisus: la sonrisa secreta. Podría ser un buen epigrama funerario en tiempos oscuros: “Aquí yace Subrisus, el de la sonrisa hacia dentro”. Parece increíble, pero todavía se mantiene inconcluso el gran debate medieval sobre “la licitud de la risa”. Todavía hay que luchar por el más humano de los derechos, el derecho a reír. Todavía poderosos cabezotas predican contra el pecado de la risa, como aquel enfurecido Jorge de Burgos, en El nombre de la rosa, que advierte del cataclismo que supondría la propagación de la comedia. La risa como “acto de sabiduría” acabaría con el miedo. El miedo al diablo. El temor de Dios. Pero equivocaba la sospecha, como hacen los obtusos de hoy. Si Dios se sostiene en el miedo, el verdadero dios sería el miedo. La primera vez que tuve la sensación de estar ante un pueblo humillado fue cuando de niño oí a los adultos implorar a Dios en procesión: “¡No estés eternamente enojado!”. Entre las cosas que Dios no puede hacer, Tomás de Aquino destacaba que no podía “encolerizarse ni entristecerse”. Y también: “No puede hacer que un hombre no tenga alma”. El horror viene cuando un Kaláshnikov ocupa el lugar del alma. Sí, el epitafio puede ser también un género humorístico. El humor como estrategia curativa del dolor. Pero aún así, después de la masacre del Charlie Hebdo, lo único que podría escribir es un grito en el que acecha el miedo: “Nosotros no queríamos morir”.

(Kaláshnikov: tipo de fusil)
Manuel Rivas, El País, 10 de enero de 2015


I.      Comentario crítico del texto (0-4 puntos)
I.1. Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción y explicación de su esquema organizativo –partes temáticas constitutivas del texto y articulación de estas- (3 puntos).
I.2. Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del alumno y de su conocimiento del mundo (1 punto).

OPCIÓN A
II.    Cuestiones (0-2 puntos cada una).
II.1. Analice sintácticamente la siguiente oración: <<Entre las cosas que Dios no puede hacer, Tomás de Aquino destacaba que no podía “encolerizarse ni entristecerse”>> (líneas 13-14).
II.2. Comente la cohesión léxica del texto.
II.3. Características del esperpento y su reflejo en Luces de bohemia.

OPCIÓN B
I.      Cuestiones (0-2 puntos cada una).
II.1. Analice la estructura interna de las siguientes palabras, descomponiéndolas en sus formantes morfológicos básicos e indicando expresamente el tipo de morfemas que se advierten en cada caso: “voluntades” (línea 1), “inconcluso” (línea 6) e “enojado” (línea 13). A continuación, señale la categoría léxica a las que pertenecen (sustantivo, adverbio, etc.) y la clase en la que se incluyen según su estructura (simple, derivada, etc.). Por último, explique el significado de “epigrama” (línea 4) y “cataclismo” (línea 9) en el contexto en que aparecen.
II.2. Comente los aspectos más relevantes de la modalización del texto.
II.3. El compromiso social y político en la poesía de Miguel Hernández.







“Dios del Miedo”

COHERENCIA
Vamos a comentar los aspectos que dan coherencia a este texto titulado “Dios del miedo”, escrito por Manuel Rivas y publicado en El País el 10 de enero de 2015.
En primer lugar, diremos que su tema es la alabanza de la risa en momentos de miedo y dificultad, junto a una defensa de la vida.
En resumen, el autor, a través de ejemplos de actos terroríficos, quiere expresar que puede ser difícil estar siempre felices; sin embargo, expone que sería una buena actitud pero que la vida pone a todos ante situaciones difíciles, ante las que hay que saber sobreponerse.
A nivel externo, el texto se divide en un titular (“Dios del miedo”) y un cuerpo argumentativo de dieciocho líneas concentradas en un solo párrafo.
A nivel interno, podemos dividir el contenido del artículo en tres partes: una introducción formada por la primera oración (líneas 1-2), en la que presenta el tema a partir de un caso concreto: Voltaire; un desarrollo (líneas 2-16, hasta “dolor”), donde pone ejemplos, se centra más en el tema de la actitud ante la vida y ante las desgracias…; y una conclusión (líneas 16-18), donde muestra su postura de defensa de la vida.
Es en esta última parte del texto donde encontramos la tesis del mismo: “Nosotros no queríamos morir”, es decir, la defensa de la vida de la que ya hemos hablado anteriormente. Por la ubicación de la tesis (que es explícita), la estructura del texto es sintetizante.
Esta tesis viene apoyada por diversos argumentos: los hay de ejemplo (al hablar de Voltaire en la línea 1 o del caso de Charlie Hebdo en la 17) y argumentos de cita cuando menciona la frase de la procesión (línea 13) o la de Santo Tomás de Aquino (14-15).
Para terminar, analizaremos la progresión temática del texto, que es de temas enlazados: del tema de Voltaire pasa al rema de la risa; este, convertido en tema, introduce el rema del miedo; este a su vez, el rema de Dios; y este, al rema de la cruda realidad.

COHESIÓN LÉXICA
Pasamos ahora a analizar los elementos de cohesión léxica del texto. Para ello, empezaremos definiendo el concepto de cohesión como la propiedad textual que se centra en la unión de los elementos lingüísticos del texto a nivel léxico-semántico, gramatical y lógico. En este caso, nos centraremos, como ya se ha dicho, en los elementos léxico-semánticos.
Empezaremos por las repeticiones léxicas. En primer lugar, señalaremos recurrencias: “morir” (1, 18), “risa” (2, 6, 8, 9), “subrisus” (4, 5), “derecho/s” (7, 8), “miedo” (titular, 10, 11, 18) y “Dios” (10, 11, 13).
En segundo lugar, destacaremos las palabras que se agrupan en familias léxicas: “triste” (3) y “entristecerse” (14), “risa” (2) y “sonrisa” (4), “humor” y “humorístico” (ambas en la 16).
En tercer lugar, señalaremos como palabra clave “miedo”, tanto por recoger el tema del texto como por su ubicación en el texto, que es muy significativa: en el titular, en la primera y en la última línea. A esta podríamos unir otra muy significativa también, tanto por el tema como por las veces que podemos encontrarla: “risa”.
Seguidamente, pasamos al bloque de relaciones semánticas. Empezaremos buscando sinónimos, bastante escasos en el texto: “epigrama” (4) y “epitafio” (15), en este caso sinónimos contextuales; “poderosos cabezotas” (7) y “obtusos” (10), también contextuales; “enfurecido” (8) y “enojado” (13), y “miedo” (10) y “horro” (15). Los antónimos tampoco predominan; aun así encontramos: “risa” (2) y “miedo” (10); “diablo” y “Dios” (ambas en la 10), y “niño” y “adultos” (ambas en la 12).
En cuanto a los hiperónimos, únicamente podríamos señalar dos hipónimos (“niño” y “adultos”, 12) del hiperónimo ausente en el texto “ser humano”.
A nivel de campos semánticos, podemos encontrar uno relativo a la Literatura, con términos como “Voltaire” (1), “Jorge de Burgos” (8), “El nombre de la rosa” (8) y “comedia” (9). También destacamos el de la risa: “el partido de la risa” (1-2), “subrisus” (4 y 5), “sonrisa” (5), “pecado de la risa” (8), “comedia” (9), “acto de sabiduría” (9), “género humorístico” (16), “estrategia curativa del dolor” (16). Asimismo, destaca el campo semántico del miedo: “tiempos oscuros” (5), “cataclismo” (9), “miedo” (15), “diablo” (15), “temor de Dios” (15), “horror” (15).
De entre los campos semánticos señalados, podemos decir que, si unimos el de la risa y el del miedo, tendríamos la isotopía léxica del texto.
Por último, hablaremos de las figuras retóricas encontradas en el artículo. Sobre todo, destacan las metáforas como “Dios del miedo” (titular) o “el partido de la risa” (1-2); personificaciones como “el que mejor resiste” (2) o “<acto de sabiduría> acabaría con el miedo” (9), o el símili “la risa ‘como acto de sabiduría’” (9).

MODALIZACIÓN
Para terminar con el comentario, analizaremos la modalización del texto. Este mecanismo que refleja la subjetividad expresada por el autor en el artículo forma parte de la adecuación, una de las tres propiedades fundamentales de todo texto bien construido.
Empezaremos por la modalización valorativa, donde encontramos léxico subjetivo como los adjetivos (sustantivados o no): “fanático” (2), “liberador” (2), “increíble” (5), “inconcluso” 86), “enfurecido” (8) u “obtusos” (10); sustantivos o sintagmas nominales como “activista en el partido de la risa” 81-2), “triste arquitectura totalitaria” (3), “partido de la risa” (3), “subrisus” (4), “sonrisa secreta” (4), “epigrama funerario” (4), “tiempos oscuros” (5), “derecho a reír” (7), “poderosos cabezotas” (7), “pecado de la risa” (8), “cataclismo” (9), “acto de sabiduría” (9) o “masacre” (17); verbos como “predican” (7), “implorar” (12) o “acecha” (17). También podemos señalar el uso del sufijo apreciativo aumentativo en “cabezotas” (7).
Otro rasgo propio de este tipo de modalización es el cambio de registro. Por tratarse de un artículo periodístico, su registro es el estándar, aunque en este caso aparece combinado con rasgos cultos, como vemos en el léxico (“subrisus”, 4; “inconcluso”, 6; “obtusos”, 10; “epitafio”, 15 o “masacre”, 17) y en el uso de oraciones subordinadas: sustantivas (con “que”, con y sin artículo: líneas 1, 2, 14, 17), adjetivas (con “que” en las líneas 8, 9, 11, 13), adverbiales causales (“porque”, 2), adverbiales comparativas (“como”, líneas 8 y 16), adverbiales condicionales (“si”, 11) y adverbiales temporales (“cuando”, 15).
También aquí podemos señalar el uso de la primera persona, en este caso, del plural, aunque aparece como una cita en la que estaría incluidos tanto el emisor como el receptor: “Nosotros no queríamos morir” (18).
En cuanto a la modalización epistémica, podemos afirmar que el grado de certeza es alto puesto que predominan en el texto los tiempos de presente de Indicativo: “sabemos” (1), “es” (2, 2, 17), “resiste” (2), “hay que luchar” (6), “predican” (7), “advierte” (8), “se sostiene” (11), “puede hacer” (14), “viene” (15), “ocupa” (15), “puede ser” (16), “acecha” (17). A esto se une que todas las oraciones del texto son enunciativas.
Por último, la modalización epistémica. Encontramos una perífrasis de obligación en la línea 6: “hay que luchar”.
Por todo ello, podemos afirmar que el grado de modalización de este texto es muy alto, es decir, que es fuertemente subjetivo.

SINTAXIS


MORFOLOGÍA Y SEMÁNTICA

EPIGRAMA: Composición poética breve en que, con precisión y agudeza, se expresa un motivo por lo común festivo o satírico. // En la Antigüedad griega y latina, inscripción de carácter generalmente funerario y dedicatorio.

CATACLISMO: Gran trastorno en el orden social o político. // Disgusto, contratiempo, suceso que altera gravemente la vida cotidiana.





lunes, 30 de mayo de 2016

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LA REDACCIÓN DEL COMENTARIO DEL TEXTO

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LA REDACCIÓN DEL COMENTARIO DEL TEXTO


  • No se dice "el texto a comentar/analizar/tratar", sino "el texto que vamos a comentar".
  • Todo lo que se copia del texto va entre comillas.
  • Los argumentos apoyan la tesis.
  • Tesis: determina la estructura del texto, dónde está, qué tipo de tesis es y cuál es.
  • No hay que INVENTAR.
  • El resumen debe escribirse en 3ª persona y no se opina.
  • Solo se escribe en número la fecha del texto y la línea cuando es ubicación (por ejemplo: está en la línea 5), pero no cuando hablamos de cantidades (por ejemplo: *el texto tiene 5 líneas).
  • Cada apartado del comentario lo ponemos un párrafo distinto e intentamos relacionarlos usando conectores de ordenación.
  • No se dice "durante el texto", sino "a lo largo del texto".
  • Aprendeos bien los nombres de los tipos de progresión temática y cómo se justifica.


domingo, 29 de mayo de 2016

ESQUEMA DE LA UNIDAD 4. REPARTO DE PAPELES. (EL TEATRO)

UNIDAD 4. REPARTO DE PAPELES. (EL TEATRO)

2. TEATRO, PALABRA POLISÉMICA.
-          Obra o texto escrito sin la presencia de ningún narrados
-          Espectáculo artístico desarrollado ante un público que requiere una puesta en escena
-          Edificio destinado a la representación
-          “Hacer teatro”: simulación.

3. EL TEXTO TEATRAL. EL DIÁLOGO.
-          Diálogo: forma de discurso fundamental del teatro.
-          Por medio de él:
o   Se percibe la acción dramática
o   Se vive la acción dramática como algo real
o   No necesita narrador
o   Conocemos a los personajes
-          EL DIÁLOGO EN EL TEATRO GRIEGO:
o   El coro: era como un personaje. Funcionaba como un narrador.
o   Corifeo: voz cantante del coro.
o   Cuando desaparece el coro, teatro como lo conocemos.
o   Gana dinamismo la obra

4. EL TEXTO TEATRAL. EL MONÓLOGO.
-          Monólogo: reflexión de un personaje que está solo en el escenario.
-          Muestra sus reflexiones, sentimientos y pensamientos más íntimos.
-          Produce ritmo lento.

5. EL TEXTO TEATRAL. LA ACOTACIÓN Y EL APARTE.
-          LA ACOTACIÓN
o   Indicaciones sobre cómo deben actuar los personajes y sobre los datos del decorado, objetos, vestuario…
o   Entre paréntesis y en cursiva
o   También hay acotaciones literarias
-          EL APARTE
o   Comentario que hace un personaje al margen del diálogo, expresando realmente lo que piensa de la situación.
o   Se crea la ficción de que los personajes no lo oyen.
o   Suele ser irónico.

6. ELEMENTOS DEL TEATRO. LA ACCIÓN DRAMÁTICA Y LA TENSIÓN TEATRAL.
-          Acción dramática: conjunto de sucesos y situaciones que constituye la historia desarrollada en el escenario.
-          Conflictos: hechos producidos por la interacción de los personajes.
-          Es una manifestación de los conflictos humanos.
-          Tras el conflicto, que aparece en el planteamiento, viene la tensión dramática, para despertar el interés del público. Nos lleva al “clímax”, la parte más aguda e inquietante al final de cada acto.
-          Los conflictos que suceden en el nudo y se solucionan en el desenlace, aunque en algunas obras modernas el final queda abierto.

7. ELEMENTOS DEL TEATRO. EL ESPACIO.
-          Espacio: lugar donde se desarrolla la acción de la obra teatral.
-          Decorado: espacio escénico visible. Puede ser realista o simbólico.
-          Escenario desnudo o pobre: el público imagina el ambiente.
-          Atrezzo: conjunto de instrumentos, herramientas, muebles y todo tipo de objetos que se usan en la decoración de una determinada escena.

8. ELEMENTOS DEL TEATRO. EL TIEMPO.
-          Tiempo escénico: tiempo que dura la representación.
-          Tiempo dramático: el que transcurre en la ficción de la obra de teatro desde que comienza la acción hasta que termina.

9. SUBGÉNEROS DRAMÁTICOS. LA TRAGEDIA.
-          Tragedia: obra de teatro protagonizada por personajes nobles que se dejan arrastrar por sus fuertes pasiones, se enfrentan inútilmente a su destino fatal y, al final, mueren.
-          Catarsis: impacto emocional que sufre el público viendo las tragedias. Hace reflexionar al público.
-          Héroe trágico: tiene fuertes rasgos de carácter y también es víctima de sus defectos y pasiones que es incapaz de controlar.
-          Grandes temas: justicia, libertad y felicidad.

11. SUBGÉNEROS DRAMÁTICOS. LA COMEDIA.
-          La comedia surge por la necesidad del público de verse reflejado en la escena.
-          Comedia: subgénero teatral cuya finalidad es hacer reír al público al ver en la escena los defectos y vicios humanos más comunes.
-          A veces tiene finalidad didáctica
-          Personajes cotidianos

12. SUBGÉNEROS DRAMÁTICOS. EL DRAMA.
-          Drama: combinación de tragedia y drama. Se llamó “tragicomedia”. Su propósito es reproducir la vida real con sus tensiones y conflictos dolorosos con los que el público puede identificarse. Su desenlace puede ser trágico o feliz.
-          Melodrama: obras teatrales en las que abundan las escenas sentimentales con el propósito de emocionar al espectador.


lunes, 23 de mayo de 2016

EXAMEN TIPO PAU - TEXTO: "VALORES, SEXO E INTIMIDAD" DE RAMÓN FOLCH (CON SOLUCIONES)

“Valores, sexo e intimidad”





5




10




15




20
A raíz de la innecesaria polémica sobre la práctica del sexo en el metro de Barcelona, una significada militante de cierta formación política afirmó que el alboroto se debía a los prejuicios cristianos de nuestra sociedad. Una declaración poco meditada, porque el hecho en cuestión habría supuesto prisión en la China maoísta, lapidación en la mayoría de países islámicos, detención segura en Israel y colosal bronca popular en la India hinduista.
En efecto, la mayor tolerancia social se ha desarrollado en los países de tradición cristiana, y en los católicos aún más que en muchos de los protestantes: ¿imaginan la escena del metro en los puritanísimos Estados Unidos, que se horrorizan a la vista de un pezón (femenino)? Cierto que el judeocristianismo ha reprimido las pulsiones1 naturales de media humanidad, pero el tema aludido es de otra índole. Concierne al sentido de la intimidad, que es otra cosa.
En todo caso, afecta a los valores sociales. Yo soy trabajadamente agnóstico. Quiero decir que he dedicado mucha reflexión a creer o no en según qué. Me he percatado de que la mayoría de los valores más apreciados en el ser humano coinciden con los de la mayoría de religiones. El drama es que al librarnos de la pesada carga de prejuicios y supersticiones que suelen acompañarlas, a menudo echamos también por la borda sus valores positivos.
La virginidad de María, los rosarios y las novenas, la infalibilidad del Papa, el celibato o la sábana santa de Turín no figuran en el mensaje evangélico. El amor, la compasión, la rectitud y las bienaventuranzas, sí. El cumplimiento del código civil occidental te hace, casi, un buen cristiano evangélico. De hecho, los valores occidentales y el cristianismo prístino2 son bastante superponibles; los fundamentalismos y las supersticiones, no. El sexo en público es otro tema.

Ramón Folch, El Periódico, 14/5/16
1. Impulso o tendencia instructivos.   2. Antiguo, primero, primitivo, original.

I.      Comentario crítico del texto (0-4 puntos)
I.1. Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción y explicación de su esquema organizativo –partes temáticas constitutivas del texto y articulación de estas- (3 puntos).
I.2. Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del alumno y de su conocimiento del mundo (1 punto).

OPCIÓN A
II.    Cuestiones (0-2 puntos cada una).
II.1. Analice sintácticamente la siguiente oración: “El drama es que al librarnos de la pesada carga de prejuicios y supersticiones que suelen acompañarlas, a menudo echamos también por la borda sus valores positivos” (líneas 13-15).
II.2. Comente los aspectos más relevantes de la modalización del texto.
II.3. Amor, vida y muerte en la poesía de Miguel Hernández.

OPCIÓN B
I.      Cuestiones (0-2 puntos cada una).
II.1. Analice la estructura interna de las siguientes palabras, descomponiéndolas en sus formantes morfológicos básicos e indicando expresamente el tipo de morfemas que se advierten en cada caso: “meditada” (línea 3), “puratinísimos” (línea 8) e “bienaventuranzas” (línea 18). A continuación, señale la categoría léxica a las que pertenecen (sustantivo, adverbio, etc.) y la clase en la que se incluyen según su estructura (simple, derivada, etc.). Por último, explique el significado de “lapidación” (línea 4) y “percatarse” (línea 12) en el contexto en que aparecen.
II.2. Comente la cohesión gramatical del texto.

II.3. El Realismo mágico y La casa de los espíritus.


COHERENCIA
Vamos a comentar el texto titulado “Valores, sexo e intimidad” escrito por Ramón Folch y publicado en El Periódico el día 14 de mayo de 2016.
El tema del artículo es la defensa de los valores cristianos ante un ataque relacionado con la práctica del sexo en público.
A modo de resumen, diremos que el autor en el texto parte del ataque de una política al cristianismo ante la noticia de la práctica de sexo en el metro de Barcelona. Ramón Folch critica esta justificación comparando el cristianismo con el resto de religiones. Termina diciendo que la religión y el cumplimiento del código civil occidental son temas diferentes.
En cuanto a la estructura externa del texto, diremos que este se compone de un titular (“Valores, sexo e intimidad”) y de un cuerpo argumentativo de veinte líneas divididas en cuatro párrafos de aproximadamente la misma extensión.
En lo relativo a la estructura interna, podemos dividir el contenido del texto en tres partes: una introducción (líneas 1-3, hasta “sociedad”) en la que presenta el hecho que da lugar a su opinión: la práctica del sexo en público; un desarrollo (líneas 3-15), donde aporta argumentos y razones sobre su opinión acerca del tema; y una conclusión (líneas 16-20), en la que termina manifestando lo similares que son el cristianismo y el código civil occidental; por lo que, dice, la justificación de esa persona no es cierta ni válida.
Es en esta última parte donde encontramos la tesis, explícita: “De hecho, los valores occidentales y el cristianismo prístino2 son bastante superponibles; los fundamentalismos y las supersticiones, no. El sexo en público es otro tema” (líneas 19-20). Al encontrarse la tesis al final del texto, podemos afirmar que la estructura del mismo es sintetizante.
Esta tesis es apoyada en argumentos. Los hay de contraste: líneas 4-5 (“el hecho en cuestión habría supuesto prisión en la China maoísta, lapidación en la mayoría de países islámicos, detención segura en Israel y colosal bronca popular en la India hinduista”) frente a las líneas 19-20 (“De hecho, los valores occidentales y el cristianismo prístino2 son bastante superponibles; los fundamentalismos y las supersticiones, no. El sexo en público es otro tema”). También hay argumentos de ejemplificación: “¿imaginan la escena del metro en los puritanísimos Estados Unidos, que se horrorizan a la vista de un pezón (femenino)?” (líneas 7-8) y “La virginidad de María, los rosarios y las novenas, la infalibilidad del Papa, el celibato o la sábana santa de Turín no figuran en el mensaje evangélico. El amor, la compasión, la rectitud y las bienaventuranzas, sí” (16-18). Y argumentos de experiencia personal: “En todo caso, afecta a los valores sociales. Yo soy trabajadamente agnóstico. Quiero decir que he dedicado mucha reflexión a creer o no en según qué. Me he percatado de que la mayoría de los valores más apreciados en el ser humano coinciden con los de la mayoría de religiones” (11-13).
Por último, hablaremos de la progresión temática del texto, que es de tema constante. El tema es “la polémica del metro de Barcelona es por prejuicios cristianos” y los remas: R1, justificación poco pensada; R2, tolerancia social en países cristianos; R3, su experiencia personal; R4, similitudes entre el cristianismo y el código civil occidental; R5, el sexo en público no se relaciona con ninguna religión.


MODALIZACIÓN
Definimos modalización como el mecanismo por medio del cual se muestra la subjetividad expresada por el autor en el texto. Para ello, contamos con tres tipos de modalización: la valorativa, la epistémica y la deóntica.
En cuanto a la modalización valorativa, comenzaremos comentando el léxico subjetivo. Encontramos el uso de adjetivos, algunos de ellos con cuantificador, como “innecesaria” (1), “significada” (2), “poco meditada” (3), “colosal” (5), “mayor” (6), “puritanísimos” (7, en grado superlativo), “más preciados” (13), “prístino” (19), “bastante superponibles” (19); sustantivos o grupos nominales como “militante” (2), “prejuicios cristianos” (2-3), “pulsiones naturales” (9), “pesada carga” (14), “amor” (17), “compasión” 817), “rectitud” (17), “bienaventuranzas” (18); adverbios y locuciones adverbiales como “trabajadamente” (11), “casi” (18).
También aporta subjetividad el uso de la primera persona. En el texto lo vemos en los verbos en 1ª persona del singular: “soy” (11), “quiero” (11), “he percatado” (12), y en verbos en 1ª persona del plural: “echamos” (15); y en el pronombre personal: “yo” (11) para el emisor y “te” (18) para el receptor.
Asimismo, hablaremos del cambio de registro, que también colabora en la subjetividad valorativa del texto. Por ser un artículo de opinión, su registro es el estándar; sin embargo, encontramos desviaciones hacia el culto y hacia el coloquial. De este último encontramos el uso de oraciones simples en todo el último párrafo. Del registro culto encontramos léxico como “maoísta” (4), “lapidación” (4), “judeocristianismo” (9), “pulsiones” (9), “aludido” (9), “índole” (10), “he percatado” (12), “fundamentalismos” (20); además del predominio de oraciones subordinadas: sustantivas con “que” (2, 8, 11, 12, 14); adjetivas con “que” (8, 10, 14); causales (“porque”, 3); y una interrogativa indirecta: “qué” (12).
Por último, señalaremos algunas figuras retóricas que aportan subjetividad al texto. Es el caso de las metáforas como “echamos también por la borda” (15) y la ironía de “un pezón (femenino)” (8), donde además vemos el uso de signos de puntuación para mostrar la opinión del emisor.
Pasamos a continuación a la modalización epistémica, que se centra en el grado de certeza aportado por el autor en el texto. Lo podemos ver en el uso de expresiones como “En efecto” (6), “cierto que” (8) o “de hecho” (19); además del adverbio “sí” (18). Esto unido al predominio de los verbos en presente (“imaginan”, 7; “se horrorizan”, 8; “concierne”, 10; “afecta”, 11; “quiero”, 11; “soy”, 11; “coinciden”, 13; “es”, 13; “suelen”, 14; “echamos”, 15; figuran”, 17; “hace”, 18; “son”, 19; “es”, 20) y a la supremacía de las oraciones enunciativas, ya que, salvo la interrogativa retórica de las líneas 7-8, todas lo son.
Por último, en cuanto a la modalización deóntica, que se encarga de la llamada al receptor, podemos destacar un consejo disimulado en las líneas 13-15: “El drama es que al librarnos de la pesada carga de prejuicios y supersticiones que suelen acompañarlas, a menudo echamos también por la borda sus valores positivos”. También el uso del pronombre “te” (18) que apela más directamente al receptor.
Por todo ello, afirmamos que este artículo está muy modalizado, es decir, su grado de subjetividad es muy alto.

SINTAXIS


AMOR, VIDA Y MUERTE EN LA POESÍA DE MIGUEL HERNÁNDEZ

Amor, vida y muerte son los tres grandes temas de su poesía, como él mismo declara en “Llegó con tres heridas”, poema perteneciente a Cancionero y romancero de ausencias: “Con tres heridas yo: / la de la vida, / la de la muerte,/ la del amor. Estas tres heridas vienen a configurar el ámbito temático de la poesía hernandiana”.
Toda su obra gira en torno a los misterios de la vida, la generación y la muerte: el amor como síntoma de vida, luz, claridad y lo más elevado de la perpetuación de la especia, por un lado, pero, por otro, la otra cara de la realidad: el amor como destrucción, la muerte, la sombra, la oscuridad, el rechazo.
Podríamos decir que toda su producción es una constatación de la terrible definición del filósofo alemán Heidegger: “el hombre es un ser para la muerte”. En efecto, en la poesía de Miguel Hernández se da perfectamente un discurrir dramático que comienza con la vida más elemental y balbuceante, una vida casi festiva, inconsciente y de ficción, que poco a poco, conforme se va configurando el sufrimiento y se va desarrollando la funesta historia personal del poeta, acaba por deslizarse por la pendiente de la tragedia.
La mayor parte de los primeros poemas contiene un soporte de cierta despreocupación consciente, de vitalismo despreocupado y hasta, en ciertas ocasiones, de optimismo natural: en esta época su vida va por un camino (sueña con poder vivir para dedicarse a la poesía) y su obra por otro (contempla el mundo desde la perspectiva de sus poetas leídos y admirados). Podríamos afirmar que el primer espacio poético hernandiano estaría contagiado por la idea del primer Jorge Guillén, el de Cántico, el de la armonía esencial, el que proclamaba que el mundo estaba bien hecho.
Así, en su primera etapa, son muchos los poemas en los que se rinde homenaje a la naturaleza circundante con un júbilo casi exultante: las plantas, las piedras, los insectos, etc. Todo lo vivo es bello, todo lo vivo inspira una gracia contagiosa y sin aristas. Más allá de la vida que confiere a las cosas, el vitalismo de Miguel Hernández percibe los objetos como si estuvieran vivos: la piedra amenaza, la luna se diluye en las venas, la palmera le pone tirabuzones a la luna, la espiga aplaude al día, a la vida. Aquí no hay muerte; si acaso, una muerte anunciada por la llegada de los atardeceres, una muerte poetizadora y literaria que representa una suerte de melancolía escritural.
Para Miguel Hernández, la mujer es quien proporciona vida y por eso será un elemento recurrente en su obra, aludiendo simbólicamente al vientre materno. Eros y Thánatos –amor y muerte- aparecen unidos para que la vida del ser humano se perpetúe como especie. La vida de los seres humanos, como la sangre y el amor, y como la muerte, se entiende como semilla germinadora de nueva vida.
Las "heridas" hernandianas comienzan a sentirse en su segunda etapa con El rayo que no cesa (1936), cancionero de la pena amorosa, del sentimiento trágico del amor y de la idea de que la vida es muerte por amor. El toro se convierte aquí en la figura que representa la coherencia de la voz del poeta: grito, mugido, rabia indisimulada, fracaso amoroso anunciado, presagio de destrucción... En las composiciones de este poemario, la vida siempre se presenta amenazada por fuerzas incontrolables (el rayo, el cuchillo...) y el amor está marcado por un sino sangriento. Y es que en la poesía de Miguel Hernández, amor y muerte se plasman en los símbolos del toro y la sangre, a los que se une una constelación de elementos cortantes e hirientes como la espada, el cuchillo, el rayo, los cuernos o el puñal, instrumentos fulminadores para el poeta.
Estos instrumentos del dolor que proporcionan alguna suerte de herida adquieren una expresividad dramática, agónica y desesperanzada en la «Elegía» dedicada a su amigo Ramón Sijé. En ella aparecen unos términos que, acompañados por sus correspondientes adyacentes, configuran un mosaico de rabia y de malestar inconsolables: “manotazo duro”, “golpe helado”, “hachazo invisible y homicida”, “empujón brutal”, “tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes”, “dentelladas secas y calientes”... Estos versos coléricos contra la muerte, con el poeta andando sobre “rastrojos de difuntos”, nos hablan de la concepción de M. Hernández en este poemario y este momento de su vida: vivir es amar, penar y morir.
La visión de la muerte del poeta oriolano no nos conduce a nada (creencias del más allá o del cielo), sino que la concepción de muerte que transmite alcanza a la prolongación del ser en la especie. Si antes se mencionaba el vientre materno como símbolo de maternidad, ahora hay que referirse al cementerio, a los muertos (sus cadáveres) y a los esqueletos como símbolo de permanencia y constancia de la especie humana.
Con la llegada de la guerra, ya en su tercera etapa, la voz poética adquiere un tono combativo en Viento del pueblo (1937), donde la muerte se convierte en parte de la lucha por la victoria. Pero el optimismo inicial deriva en dolor y pesimismo por la dilatación y crudeza del conflicto bélico. Así se aprecia en El hombre acecha (1939), donde los muertos ya no son héroes sino víctimas y donde el último estertor rige el destino de los oprimidos.
Sin embargo, es en Cancionero y romancero de ausencias, su último volumen, donde los poemas se oscurecen definitivamente con el desengaño y la carencia de todo. La muerte de su primer hijo, la pérdida de la guerra, el odio de la posguerra, la condena a muerte, la posterior enfermedad y la soledad configuran este poemario de la desolación, cercano a la desnudez de la verdad más dura y terrible.
Todo en la poesía de Miguel Hernández parece debatirse entre la destrucción y la salvación. Esa es la dialéctica constante en el poeta oriolano: muerte y vida. Sus símbolos cambiarán de significado porque en ellos, como en la vida, interiormente late lo positivo y lo negativo.
Así pues, y a modo de conclusión, diremos que se aprecia en la poesía de Miguel Hernández que vida y muerte se aúnan en el sentido existencialista de que nacemos para morir que ya adelantaba Quevedo (“vivir es un ir muriendo cada instante”). Tras el inicial canto entusiasta a la vida, y con el paso fatalista y trágico de su destino, vida y muerte se abrazan definitivamente en los poemas de su última obra: Cancionero y romancero de ausencias.


OPCIÓN B 
COHESIÓN GRAMATICAL
Pasamos ahora a analizar la cohesión gramatical del texto. Para ello, comenzaremos definiendo el concepto de “cohesión”. Es la propiedad textual que consiste en la unión de todos los elementos lingüísticos que forman el texto mediante mecanismos léxico-semánticos, gramaticales y lógicos. En este caso, nos centraremos en la cohesión gramatical.
Para ello, empezamos señalando las deixis o elementos exofóricos. Encontramos deixis personales de varios tipos; deixis de emisor en verbos como “soy” (11), “quiero” (11), “he percatado” (12), y en el pronombre personal: “yo” (11); deixis de receptor y emisor juntos: tenemos el verbos “echamos” (15) y el determinante posesivo “nuestra” (3); y deixis de receptor: “te” (18). Dentro de la deixis de persona, encontramos también deixis social: “¿Imaginan…?” (7). También encontramos deixis de tiempo en todos los verbos conjugados. Sin embargo, no aparecen casos de deixis espacial.
Ya que hemos mencionado los verbos conjugados, analizaremos a continuación el eje temporal del texto. En este eje predomina el presente (“imaginan”, 7; “se horrorizan”, 8; “concierne”, 10; “afecta”, 11; “quiero”, 11; “soy”, 11; “coinciden”, 13; “es”, 13; “suelen”, 14; “echamos”, 15; figuran”, 17; “hace”, 18; “son”, 19; “es”, 20), puesto que se trata de un hecho actual; esto explica también la aparición del pretérito perfecto compuesto: “se ha desarrollado” (6), “ha reprimido” (9), “he dedicado” (11-12), “he percatado” (12). Aunque también encontramos pretéritos perfectos simples: “afirmó” (2), para hablar de las declaraciones de la política, y un condicional compuesto: “habría supuesto” (3-4), usado para expresar una hipótesis.
Otro mecanismo de cohesión gramatical es la foricidad (o deixis endofórica). Entre las múltiples anáforas del texto, destacamos: “se” (en la línea 2, para hablar de “la práctica del sexo”, y en la 6, para “tolerancia social”), “sus” (15, para mencionar a “la mayoría de las religiones”, 13), “las” (14, sobre “la mayoría de las religiones” en la 13); . También encontramos catáforas como “asignaturas sin relación con la vida cotidiana” (3, que son “las matemáticas, la historia o la gramática”, 3-4); el interrogativo “qué” (5) contestado en la línea 6: “aprender a aprender”; “v. gr.” (7) para ejemplificar con “París es la capital de Francia” (8) o “esas razones” (13, que son “las que deben enseñarse en la escuela”, también en la 13).
También colabora a la cohesión gramatical el uso de las elipsis, de las cuales encontramos tanto de sujeto, propio del castellano, como del verbo. Entre las primeras destacamos: “(yo) oí” (1), “¡(los datos” se encuentran en Internet!” (2), “(ustedes) me apuran” (5), “(ellos/los que apoyan el nuevo sistema de enseñanza) pretenden” (6), “(yo) abracé” (10), “(los que saben aritmética) tienen sus razones” (12), “(el espíritu crítico) es simple afán…” (14), “(los profesores) deben ser meros…” (17) o “(los autores) lo hacen…” (18). Entre las elipsis de verbos, con o sin complementos, tenemos: “(no debe tener) nada de memoria” (1), “(no debe tener) nada de llenar…” (1), “¿Cómo (pasa con) las matemáticas…?” (3-4), “los demás no (saben)” (4), “(debe ser) más crítico” (5), “(hay que) aprender a aprender” (6). También encontramos una elipsis de sujeto y predicado en la línea 8: “(Esta contestación es) seguro que…”.
Las proformas, o palabras comodín propias del registro coloquial, también pueden ayudar a dar cohesión al texto, aunque en este texto no aparece ninguna.
Por último, comentaremos los conectores textuales, que no son muy abundantes. Encontramos “y” (12 y 18), que es de adición.


MORFOLOGÍA Y SEMÁNTICA
APRENDIZAJE
Vbo.                                               Sust.                     Sust.
aprender à                               aprendiz à        aprendizaje

aprende(r)   raíz
         aprend-                               base
         -iz                           MD Sufijo (formación de sustantivos)
                         aprendiz-            base
                         -aje                       MD Sufijo (formación de sustantivos)

Sustantivo deverbal, masculino singular. Palabra derivada.


CONTRADICCIÓN (OPCIÓN 1)
prep.+vbo.                                  vbo.                                      sust.                     
contra+decir à                         contradecir à                  contradicción

contra     +    decir                      raíces
         contradecir                        base
                                         contradic-           base alomórfica
                                         -ción                     MD Sufijo (formación de sustantivos)

Sustantivo deverbal, femenino singular. Palabra derivada (de una compuesta).

CONTRADICCIÓN (OPCIÓN 2)
Vbo.                                               Vbo.                                     sust.
Decir à                        contradecir à                  contradicción

deci(r)            raíz
         contra-                 MD Prefijo (al contrario)
         -decir                    base
                         contradic-           base alomórfica
                         -ción                     MD Sufijo (formación de sustantivos)

Sustantivo deverbal, femenino singular. Palabra derivada.


IGNORANTES
Vbo.                               Adj.
ignorar à ignorante
                          V
                   ignorantes

ignora(r)       raíz
         ignora-                 base (-a-, resto de VT)
         -nte                       MD Sufijo (formación de sustantivos)
                         ignorante-          base
                         -s                            MF número (plural)

Adjetivo deverbal, masculino plural, grado positivo. Palabra derivada.


IRREFUTABLE: que no se puede contradecir o impugnar con argumentos o razones lo que otros dicen.
DOCTRINA: enseñanza que se da para instrucción de alguien.


EL REALISMO MÁGICO Y LA CASA DE LOS ESPÍRITUS
INTRODUCCIÓN
-          Definición: corriente de la novelística del siglo XX en Hispanoamérica que se difunde con el llamado “boom” comercial de la narrativa en español a partir de 1960.
-          Origen:
o   Intento de renovación literaria muy unido a las renovaciones estéticas de las Vanguardias europeas y norteamericanas.
o   Deseo de descubrir la peculiaridad americana sintetizando realidad y fantasía (el Realismo no puede recoger la asombrosa y variadísima realidad del mundo hispanoamericano).
-          Narrativa:
o   Lo insólito y sobrenatural se incorpora a lo real, porque así sucede en gran parte de la sociedad hispanoamericana.
o   No se trata de presentar la magia como si fuera real, sino la realidad como si fuera mágica.
o   Describe cosas imaginarias o sobrenaturales como si fuera reales y cotidianas, y viceversa.
o   Seña de identidad de las raíces culturales de la Hispanoamericana profunda e indígena.
-          Contexto:
o   Época en que triunfan los vicios, la corrupción y la tiranía à presentado como realidad y verdad únicas.
o   El Realismo mágico revierte este axioma:
§  La realidad no es una
§  La honradez no es un valor baladí
-          Nacimiento: a partir de 1959 (revolución de Fidel Castro) à literatura como herramienta útil contra la dictaduras hispanoamericanas.

RASGOS GENERALES DEL REALISMO MÁGICO
a)      Lo real maravilloso, lo fantástico[1] es un componente básico que enriquece la realidad.
·         Atmósfera fabulosa en la que personajes ordinarios realizan hazañas (o viceversa)
·         Lo maravilloso invade la vida común del lector, apelando a sus emociones.
b)      Literatura marcadamente experimental:
·         Estructuras narrativas complicadas
·         Polifonías
·         Rupturas del tiempo narrativo
c)       Cuando aparecen escenarios americanos:
·         Niveles más duros y crudos de la pobreza y marginalidad social à con la violencia y los desórdenes sociales tal y como son.
·         Frecuentemente rurales:
                                                   i.      La concepción mágica y mítica forman parte de la vida cotidiana de sus gentes
                                                 ii.      Mundo primitivo y bárbaro
d)      La muerte está muy presente en la vida de los personajes:
·         Muertos que vuelven a vivir
·         Vivos que no sabemos si están muertos (y al revés)
e)      Rechazo del humor en la literatura

INFLUENCIAS DEL REALISMO MÁGICO EN LA CASA DE LOS ESPÍRITUS
-          Ambiente fantasmagórico y especial en la casa de los Del Valle:
·         Rosa à tez blanca y pelo verde
·         Clara à sonámbula, inmersa en un mundo interior (por ejemplo, la mudez desde los 9 a los 19 años), telequinésica.
-          Lo mágico:
·         Premoniciones sobre matrimonios y muertes
·         Maldiciones: mal de ojo de tío Marcos
·         Advertencias del más allá à malos tiempos
·         Sonidos que oye Blanca en la casa
-          Lo fantástico:
·         Se borran recuerdos y nombres:
§  Trueba olvida a Pancha y a su hijo
§  Blanca olvida al conde
§  Blanca casi olvida a Pedro Tercero
·         Enfermedades extrañas à mutismo de Clara
·         Aparición de muertos para anunciar su defunción
·         Aparición de espíritus libremente por la casa
·         Humor en la predicción de Clara sobre el tesoro en su casa
-          Lo milagroso:
·         Levitaciones, telequinesia, tocar el piano cerrado, sanaciones milagrosos (huesos de Trueba arreglados por Pedro García)
-          Lo mítico legendario à apropiaciones o absorciones de otros mitos y citas legendarias:
·         Pedro García acaba con la plaga de hormigas
·         Un niño quiere “sacar” los ojos a su abuelo
·         Aparición de un perro de leyenda (medio perro, medio yegua)
·         Violencia desmesurada de Trueba contra un perro o una gallina (“Cuento del hombre que se casó con una mujer brava de El Conde Lucanor o La fierecilla domada de Shakespeare)

Según Isabel Allende no interesa la fantasía de los cuentos de hadas, sino la inclusión en la historia narrada de la imaginación y lo esotérico para explicar y sentir mejor la realidad, puesto que todo esto conjuntamente forma parte de ella. Por otro lado, episodios y hechos absolutamente racionales y cotidianos son tomados por los personajes como extraordinarios. Por ejemplo: la guerra, los inventos de la ciencia, el progreso de la industria, incluso la radio, eran cuentos de hadas para los campesinos.

Otras características formales del Realismo mágico en La casa de los espíritus son:
·         Multiplicidad de narradores:
o   Combinación de 1ª, 2ª y 3ª persona narrativa y el estilo indirecto libre
o   Distintos puntos de vista para dar una misma idea mayor complejidad al texto
·         Polifonía:
o   Distintos puntos de vista inquietantes y ambiguos para ofrecer una realidad compleja
o   Nueva realidad à suma de las realidades de las diferentes voces que aparecen en el relato
·         Estructuras narrativas no lineales con frecuentes saltos temporales:
o   Para que el presente se repita o se parezca al pasado
o   Anticipación y retrospección frecuentes
o   El final enlaza con el principio

A diferencia del resto de autores, Isabel Allende deja en La casa de los espíritus una puerta abierta a la esperanza.




[1] Elementos fantásticos e insólitos, elementos misteriosos e irracionales, y elementos imaginarios.