domingo, 21 de febrero de 2016

ADECUACIÓN DEL TEXTO "¿QUÉ ESTUDIAS? IGUALDAD" (PAU JUNIO 2010, OPCIÓN B)

ADECUACIÓN DEL TEXTO "¿QUÉ ESTUDIAS? IGUALDAD"

La adecuación es la propiedad textual que refleja las decisiones tomadas por el autor, es decir, el autor tiene en cuenta todos los elementos de la comunicación.
Este texto titulado “¿Qué estudias? Igualdad” es de ámbito periodístico (aparece publicado en el periódico local El Periódico de Cataluña). Se trata de un artículo de opinión, por lo tanto es un texto expositivo-argumentativo. En este texto encontramos un equilibrio entre la parte expositiva (todos los datos que da sobre las decisiones de Bibiana Aído, así como la información del sistema educativo universitario) y la parte argumentativa, especialmente en los dos últimos párrafos, donde vemos la presencia directa del emisor (“tengo que dar la razón”, 15, por ejemplo).
Por todo esto, podemos afirmar que las funciones del lenguaje que encontramos a partes iguales son la referencial (por la parte expositiva) y la expresiva, reflejada sobre todoe n el uso de la 1ª persona: “me sorprende” (4), “me parece” (8), “creo” (11), “interpreto” (11), “tengo” (15), etc. Indirectamente, y unida al uso de la función expresiva, encontramos la función apelativa, puesto que la autora, por medio de su opinión, quiere convencer al receptor, o al menos hacerle replantearse su opinión.
Seguidamente, analizaremos el registro. Al tratarse de un texto periodístico, el registro destacado es el estándar, aunque se pueden hallar también algunas características del registro coloquial como la expresión “mal empezamos” (6) o la proforma “cosa” en “la educación es otra cosa” (19); así como el predominio de las oraciones simples. También encontramos rasgos del registro culto como los tecnicismos relacionados con la educación (“formación troncal”, 8; “transversal”, 10) o el sintagma “ámbito familiar” (20-21); todo esto unido a las subordinadas sustantivas (“es que el gobierno…”, 3; “propone que…”, 8; “creo que…”, 11) y adjetivas (son experiencias que hay que saber…”, 22); así como las adverbiales temporales de la línea 2 (hay dos (“seguía funcionando cuando…” y “quizá cuando los ciudadanos…”).
Por último, nos fijaremos en la modalización. La modalización refleja el grado de subjetividad que el autor muestra en el texto. Primero, analizaremos la modalización valorativa, que se ve en el léxico: en sustantivos como “respeto” (21), adjetivos como “equivocada” (8), verbos como “me sorprende” (4) y predicados como “dar la razón” (15). También se aprecia la valoración en la interrogación retórica de la línea 5 y en las comillas de los párrafos tercero y cuarto que, además de ser palabras literales, el autor los carga de ironía. Otros aspectos valorativos serían el uso de la primera persona (ya comentado en las funciones del lenguaje) y el cambio de registro (que ya se vio en su apartado correspondiente).
Ahora nos centraremos en la modalización epistémica, donde se analiza el grado de certeza. En este artículo podemos afirmar que es el nivel de certeza es alto, ya que abundan la modalidad oracional enunciativa y el uso del presente (“Los nombres de los ministerios son a veces inexactos y chocantes”, 1; “Lo que ocurre es…”, 7-8; “No corresponde a la universidad…”, 15-16; “Una universidad es un centro especializado…”, 16-17; “La educación es otra cosa…”, 19). Si bien es cierto que en la línea 2 encontramos un adverbio de duda (“quizá”) que no enturbia el grado de seguridad y certeza del autor.
Y, finalmente, la modalización deóntica, donde encontramos bastantes ejemplos de órdenes o consejos al receptor por parte del autor-emisor: las perífrasis de obligación “debe hacerse” (20) y “hay que saber asimilar y vivir” (22), así como otras de posibilidad con tintes de orden: “no puede ser una enseñanza…” (20) y “las diferencias no pueden ser asignaturas” (21-22). De hecho, el propio autor se auto-ordena: “tengo que dar la razón” (15).
Por todo ello, el nivel de subjetividad (o modalización) del texto es muy alto.


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