miércoles, 30 de diciembre de 2015

COHESIÓN GRAMATICAL - LOS VERDADEROS BROTES VERDES - JULIO 2013

“LOS VERDADEROS BROTES VERDES”
JULIO 2013
COHESIÓN GRAMATICAL

La cohesión de un texto hace referencia a la dimensión sintáctica y semántica del mismo, por lo que es la propiedad textual por la que se establecen relaciones entre los enunciados que componen un texto y lo conexionan mediante recursos sintácticos y semánticos.
Los mecanismos que cohesionan un texto gramaticalmente son la deixis, la foricidad, la elipsis, las relaciones temporales y los conectores textuales.
La deixis (exofórica) son aquellos mecanismos lingüísticos que hacen referencia al acto de comunicación (datos contextuales y personas que intervienen en ella). Así, se distingue la deixis personal, que señala a las personas implicadas en el acto de comunicación. En este caso, el emisor aparece en primer lugar como miembro de un colectivo usando plurales de inclusión en primera persona del plural (“sabemos”, 1; “nuestro”, 1, o “nosotros”, 2), pero también de una forma más contundente o directa a través de pronombres personales en 1ª persona del singular (“yo”, 3), determinantes posesivos (“mi”, 3) y, sobre todo, el emisor aparece a partir de los morfemas flexivos verbales de 1ª persona del singular que se utilizan a lo largo de todo el texto (“me refiero”, 6; “pienso”, 12, 16, 21…). Por lo que respecta a la aparición del receptor en el texto, se advierten referencias al mismo a través del plural inclusivo tanto en pronombres (“nosotros”, 2), como en adjetivos determinativos (“nuestro”, 1) o verbos (“tenemos”, 15). Así, pues, la deixis social revela que el emisor intenta acercarse al receptor al incluirlo en el colectivo marcado por la 1ª persona del plural y entre ellos se establece una relación de formalidad.
Por lo que respecta a la deixis espacio-temporal, que nos sitúa en el tiempo y el espacio en los que se desarrolla la enunciación, aparecen aludiendo al tiempo tanto sintagmas preposicionales (“en este momento”, 3), como nominales (“el otro día”, 14; “día a día”, 26), adverbiales (“entonces”, 2), como morfemas flexivos verbales (“sabemos”, 1; “protestan”, 16; “tienen”, 19) que sitúan el acto de comunicación en el presente.
Referente al espacio en el que se desarrolla el acto comunicativo se advierte a través de sintagmas preposicionales (“a mi alrededor”, 3-4) y demostrativos (tanto pronombres –“aquellos”, 6- como adjetivos determinativos –“esos”, 8; “esas”, 14-).
El texto también aparece cohesionado a través de elementos fóricos. Estos elementos de referencia endofórica son partículas de la lengua que hacen referencia a elementos, también lingüísticos, que ya han aparecido a lo largo del discurso (anáfora) o que aparecerán con posterioridad (catáfora). Así, encontramos elementos anafóricos como “atendiéndolos” (9: a los inmigrantes), “la” (4: mujer), “ellos” (24: desahucios), “ellos” (27: toda esa gente), “la” (28: a la sociedad), etc. También aparece una referencia catafórica: “le” (23: a los más desesperados).
Asimismo, encontramos elipsis, sobre todo, nominales: “ya sabemos” -1- (nosotros); “me refiero” -6- (yo); “pienso” -8- (yo), etc.
Por lo que respecta a las relaciones del eje temporal del texto se observa cómo se respeta la sucesión temporal dando orden y sentido a las ideas expresadas. Así, aunque no existen referencias temporales concretas en el texto, a partir de la utilización de verbos en presente de indicativo, se deja constancia de la actualidad del tema y cómo tanto tesis como argumentos están referidos al presente para lograr un cambio que beneficiará nuestro futuro más próximo. Por ello, podemos decir que el eje temporal se basa en la simultaneidad.
Antes de terminar, podemos destacar un hecho relevante en la cohesión de este texto y es la recurrencia gramatical, puesto que a lo largo del artículo encontramos varios paralelismos (reiteración de estructuras): “pienso en jueces que…”, “en funcionarios que…”, “en todos los dependientes que…”. Así como también aparece la anáfora al repetirse al comienzo de oración y párrafo el verbo “pienso”.

Para terminar, y en lo referente a la cohesión textual, destaca la escasez de marcadores y conectores discursivos. Destacan los nexos de contraste (“sin embargo”, 3; “sino”, 4; “a pesar de que”, 10) y los de ejemplificación que conexiona y estructura las ideas (“por ejemplo”, 8).

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