domingo, 4 de octubre de 2015

RESUMEN DE LA HISTORIA DEL CINE


Los inicios del cine (1895-1927)
La historia del cine se inicia el 28 de diciembre de 1895, cuando los hermanos Louis y Auguste Lumière realizaron la primera proyección pública de imágenes en movimiento.
El cinematógrafo, el invento de los Lumière, tenía como antecedente el kinetoscopio de Thomas Edison. Ellos consiguieron fabricar una cámara más portátil y funcional a partir de aquel artefacto, que registraba imágenes en movimiento, sin embargo no era capaz de reproducirlas. Aunque los hermanos Lumière nunca tuvieron excesiva confianza en las posibilidades técnicas y artísticas del nuevo invento, poco a poco estas proyecciones van atrayendo a un número de espectadores cada vez mayor. Las primeras películas combinaban indistintamente dos tendencias cinematográficas que pronto se escindirían: el cine documental y el cine de ficción. Por un lado, exhibían escenas de la vida cotidiana, filmadas en exteriores: trabajadores saliendo de las fábricas, trenes, transeúntes… y, por otro, representaciones escenificadas grabadas en interiores. Algunas de estas cintas a las que nos referimos son las famosas Salida de la fábrica (1895) o La llegada del tren a la estación (1895).
Pronto el particular invento fue distribuido por todo el mundo. Diferentes inventores alemanes, norteamericanos e ingleses copiaron y mejoraron el cinematógrafo, y puede decirse que a finales del s. XIX un amplio número de personas en Europa y en EEUU habían visto algún tipo de imágenes en movimiento.
Una vez comprobado su potencial económico, el cine se convirtió pronto en un espectáculo de feria, barato y popular, despreciado por los intelectuales, muy alejado de la categoría de Arte bajo la que hoy se le considera. Poco a poco el cine comenzó a dejarse de ver negativamente y ciertos intelectuales ya lo empezaban a reivindicar como un Arte. A partir de 1910 comienzan a producirse en Europa películas de mayor duración y más calidad. En Francia se adaptaron obras de Victor Hugo o Emile Zola. Mientras, en Estados Unidos empiezan a fundarse los primeros estudios cinematográficos.
En la Exposición Universal de 1900 el aparato causó una gran sensación, lo que supone el impulso definitivo para su expansión. En Estados Unidos se eliminó la marca Lumière del cinematógrafo, lo que marcó la separación del cine europeo y el anglosajón. Antes de la Primera Guerra Mundial, el cine francés se había adueñado del mundo. Y, después, el mayor productor de cine sería el anglosajón.
Pronto se vio que la capacidad de conexión con el público que poseía el cine implicaba excelentes expectativas económicas. El cine nació con una pronta vocación industrial, que se concretó rápidamente en la creación de diferentes empresas con la intención de rentabilizarlo: las productoras. Esta visión del cine como un producto rentable contribuyó a la realización de cada vez mejores películas, ya que el público demandaba mejores historias. Todo ello animaba a las empresas a invertir en esta industria.
Paulatinamente el cine se iba desarrollando a lo largo de todo el mundo pero no homogéneamente, de manera universal. Desde un primer momento se detectaron aspectos y formas de lenguaje en cada país que remitían a una manera de entender la producción distinta, que constituyeron distintas identidades cinematográficas a lo largo del mundo.
A un lado del Atlántico se sitúa la poderosa industria de Hollywood, que desde un principio se conforma entorno a unas pocas sociedades que concentrarán la producción, distribución y exhibición de las películas con el fin de conseguir rentabilizar. Por su parte, las vanguardias europeas (francesa, alemana y soviética, principalmente) se caracterizaron durante los años 20 por su experimentación formal con el lenguaje cinematográfico y reivindicando para el cine el estatus de arte. A pesar de que el cine caminaba con paso firme en todos los países, ya durante los años 20 la producción de Estados Unidos comienza a destacar sobre la del resto de cinematografías mundiales, incluida la francesa.

La transición del cine al mundo sonoro (1927-1928)
El final de la década de los años 20 está marcado por la revolución que supuso la llegada del cine sonoro. La primera película que se considera sonora es El Cantor de Jazz, de Alan Crossland. Warner Bross hizo esta película cuando estaba casi en la ruina, en un desesperado intento de salir a flote; gracias al éxito del filme, logró resurgir e impuso el sonido al resto de las productoras.
Aunque en un principio parecía que la incorporación del sonido restaba expresividad a los planos, pronto se supo aprovechar la capacidad comunicativa que aportaban los diálogos. Los espectadores podían entender mejor las historias y muchos intelectuales vieron la posibilidad de escribir guiones interesantes.
A efectos del cine, la incorporación del sonido trajo cambios en la industria. Ya no bastaba con ser fotogénico, sino que la voz tenía que cumplir unas expectativas. Por ello, en el cine norteamericano muchos actores de origen extranjero vieron reducidas sus posibilidades de triunfar en Hollywood por su acento.
Los estudios se vieron obligados a realizar grandes inversiones para adaptarse a la nueva tecnología del registro del sonido. Las cámaras de cine pasaron a rodar a 24 fotogramas por segundo, lo cual implicó también la reforma de las salas de exhibición. Asimismo, también supuso la necesidad de cambiar la estructura financiera de Hollywood: el control de la industria se pierde definitivamente para las empresas puramente cinematográficas y se concentra en manos de la gran banca y de la industria electrónica.
La llegada del sonido también potenció la importancia de los guionistas en la industria del cine, quienes hasta entonces no habían tenido demasiada. Así llegaron a Hollywood muchos periodistas, escritores y dramaturgos de la Costa Este de los EE.UU. y también de Europa, atraídos por la enorme oferta de trabajo que representaba escribir para la industria cinematográfica.
La llegada del sonoro supuso el despegue definitivo de la industria de Hollywood como hegemonía mundial en el ámbito de la cinematografía. A partir de este momento se convertiría en la referencia para todos los profesionales del cine.


Los inicios de Hollywood
En Estados Unidos desde el principio el cine se entendió como un espectáculo dirigido a un extenso sector de la población y como una industria que podía aportar grandes beneficios económicos. Por tanto, hacer la película atractiva al público era fundamental. Así, interesaba que la cinta contara una historia creíble, atractiva y entretenida para el público. Esto comenzó a interesar a las productoras, que rápidamente se pusieron manos a la obra con sus inversiones.
En los primeros años el centro de producción de películas se instaló en torno a Nueva York. Pero el clima de aquella zona, lluvioso y con largos inviernos, hacía perder muchas horas de rodaje de exteriores, por lo que los cineastas se trasladaron al otro extremo del país, a Hollywood.
La historia de la meca del cine parte de 1903, cuando una pareja tejana se estableció en la periferia de los Ángeles, en un terreno plagado de acebos. De ahí vendría el nombre, que significa “bosque de acebos”. Cuatro meses después llegaron los primeros cineastas procedentes de Chicago y en 1906 ya estaban allí los grandes del cine.
Durante las tres primeras décadas del cine, hasta los años 30, se comenzaron a forjar aspectos que configurarían la personalidad del cine Hollywoodiense. El star system o el cine de géneros respondía a lo que el público reclamaba: historias fácilmente reconocibles, atractivas y con el magnetismo que aportaban las glamorosas estrellas cinematográficas. En el star system estaba uno de sus pilares fundamentales: era necesario crear estrellas para atraer al público a las salas. Y la creación de estrellas se apoyaba en una importante campaña publicitaria a través de diferentes vehículos de comunicación: revistas, club de fans, etc.
Además, en el cine norteamericano de los años 30 se empezaron a forjar diferentes géneros: el musical, el cine negro, el cine de aventuras, el cine de terror, etc. Los géneros constituían entidades perfectamente definidas por la industria y reconocidas por el público masivo. En este sistema ideal cada película era producida según un patrón genérico reconocible, mostraba explícitamente las estructuras básicas comúnmente identificadas con el género.


¿Qué es un blockbuster?
Se llama blockbuster a la producción hecha para llevar a las salas de cine de medio planeta. El blockbuster suele ser una superproducción con alguna estrella en su reparto o grandes efectos especiales. También se aprovechará para sacar una fortuna con el merchandising, sacando todo tipo de productos para amasar una fortuna.
El origen del concepto, quizá se sitúe a mediados o finales de los 70 y tuvo su época dorada en los 80. Tiburón y La guerra de las galaxias fueron los primeros ejemplos y Spielberg se hizo de oro en la década de los 80 produciendo films como Los Gremlins, Los Goonies, Regreso al futuro, El secreto de la pirámide o El chip prodigioso y en los 90, Hombres de negro o La máscara del zorro.
Hoy en día el concepto es aún más claro. Megaproducciones con presupuesto muy elevado que se anuncian, incluso, con un año de antelación y que aspiran a convertirse en franquicias. El señor de los anillos, Harry Potter, Piratas del Caribe o Spiderman. Varias películas, serie de TV, juguetes, etc.


 Aquí tenéis un vídeo que lo resume con imágenes.

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